Un año sin rituales…

Como muchos de vosotros he comenzado el año con varios propósitos: uno de ellos es el de trasladar con palabras a esta página la opinión de una servidora sobre materias que me interesan o me preocupan, o que simplemente quiero compartir con los que me vais a leer; otro propósito es seguir esclavizando a este dragón, que tengo por cuerpo, para intentar meterle en cintura, eso me pasa por tener «dragón» como animal de compañía y no a una mosca, que lo único que come, con perdón, es mierda, y muy de cuando en cuando. Y¿qué me decís de ir al gimnasio?pues sí, es un propósito que en un acto de inconsciencia he materializado hace muy poco, dándoles el beneficio de tres meses en los que su gasto,garantizo será cero, y mi productividad física, conociéndome un poco, se transformará en menos cero. Pero, lo he hecho, y con un poco de valor y sin pensar en que: después de una hora de sufrimiento tendré que peinar mi desastroso y enredado pelo, en que la mochila con la ropa siempre estará preparada, en que no debo de poner citas después, por aquello de caerme de bruces por las malditas agujetas y repetir, al más puro estilo Rambo: ¡Dios mío no siento las piernas!.Sin pensar en todo esos inconvenientes, y orgullosa de mi, soy de las que se han apuntado al gimnasio y cumplirán con… el recibo, ¡claro!.

Lo cierto, es que cada año queremos demostrar a la humanidad que éste, y no el otro, será diferente y que todo aquello que se quedó atrás lo podremos recuperar. Seremos más guapos, más delgados, conoceremos a la persona de nuestra vida, y profesionalmente nos comeremos el mundo, por no mencionar el tema de las llamadas amistades tóxicas, -yo a ésa no la vuelvo a ver más y a ése, que le den- cuántas veces dejamos el año con esas palabras y luego las palabritas nos las comemos. Normal, somos de tropezar en la piedra mil veces y hasta pienso que a veces, nos la hemos llegado a comer. Débil, el ser humano es débil, y ¿qué se le va a hacer?

Así que, justo antes de que se acabe el año, al que la inmensa mayoría, deseamos perderle de vista, nos predisponemos al más puro estilo de futbolista que sale al terreno de juego, a cumplir con todos los requisitos que cuan ovejas en el rebaño no solo hacemos, sino que además, comentamos con nuestro más íntimo entorno, vamos, las amigas: -A mi este año no me pasa lo del año anterior-que como no me ponga ropa interior roja no tendré suerte, que si no brindo mirando a los ojos y con las piernas sin cruzar será un desastre, que si no me tomo todas las uvas mejor ni salgas a la calle, que si no me tomo el chocolate con churros, que si no…al final infinidad de excusas para justificar que todo aquello que no se cumpla en el inocente año será por la maldita uva gigante que me colocó mi «suegra» para que me atragantase con las pepitas, o por el tanga rojo que en último momento no llevé porque no lo encontré o porque el torpe de mi chico no tuvo la genial idea de regalármelo, o porque al brindar  no miré a los ojos del de enfrente ya que era  del impertinente familiar que por desgracia, en ese tipo de celebraciones, suele sentarse cerca de ti para aguantar la charla más absurda del año… Conclusión: un recorrido visual, entre risas fingidas, a la velocidad de la luz, y te quedas mirando embelesada a la copa de cava, que sin saber si es barato o caro todos beberán para luego opinar sin entender de ello. Vamos, que sin que realicemos correctamente esos rituales, el destino, escrito por unos cuantos iluminados, a los que seguimos, por cierto, medio mundo, será para no salir de debajo de la almohada. Muchos dirán: -ves, me va mal en el trabajo porque no fui de rojo, y si me ha dejado mi pareja fue porque no me comí todas las uvas y si… -Al final, nos agarramos a lo absurdo para justificar lo que de una u otra manera veíamos venir o que por la más pura regla de la vida, tendría que ocurrir.

Es bello empezar el año cargada de deseos, de sueños y de ganas de comerse el mundo, o… al de enfrente, para gustos no hay nada escrito. Y si lo que os intriga es si he cumplido con esos rituales, deciros que sí, que no vaya a ser que todas las miserias que tenga que vivir en este nuevo año sean por no haber llevado…

Feliz año a todos y bienvenidos a mi Blog: «El Jato Maúlla»

 

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